miércoles, 30 de julio de 2008

El programa cambio y documentos de montoneros

Describe, analiza y descalifica, ética y conceptualmente, los proyectos y el programa cambio de la organización armada clandestina Montoneros, principal actora del terrorismo en la Argentina.

Dispusimos, para tal fin, de publicaciones y documentos fidedignos, profusamente por la organización clandestina, complementados con el examen de las fuentes originales más notorias de si ideología. Debíamos describir, analizar y criticar los proyectos y planes de la denominada, por los organismos oficiales de Inteligencia, “Organización Armada Clandestina – OAC – montoneros”, según su ordenamiento propio de las instancias de un proceso nacional (Ver del autor, “Base de partida conceptual para comprender la crisis argentina y del mundo de postguerra. Precisiones en torno a la Estrategia. Revista Argentina de Estudios Estratégicos. Nº 5. Año 1985. Buenos Aires. Argentina. Se trata del tcnl MARIO ORSOLINI).

En efecto, los montoneros fueron derrotados en los ámbitos que ellos mismos para librar la batalla, dejando de constituir un peligro inminente. Incluyendo en el análisis todo el período presidencial del alfonsinismo (1983-1989), durante el cual, durante el cual, la subversión cambio su estrategia y su táctica, sin dejar por ello, sin dejar por ello de estar por ello de estar presente e influir sobre el acontecer histórico.

En la primera parte, exclusivamente referida a Montoneros, tratamos el proyecto ideológico de transición, el proyecto político, la política para la toma del poder, la resolución y plan estratégicos y los planes para el período preelectoral del año del año 1983, establecidos y aplicados por la organización clandestina. Programa Montoneros en acción.

Entendemos que ello era imprescindible para la correcta preparación de la última batalla, aún no disputada, batalla que se librará, en sus fases finales y decisivas, en el campo del pensamiento, la ideología y la cultura. Precisamente el ámbito en el que nuestra respuesta fue y es insuficiente. Períodos estudiados: 1976-1983; 1983-1989; l989-1999; 1999-2003; 2003-2007; 2008-…

Este libro abarca, con esta ampliación al proyecto original, los últimos veinte años de la historia argentina reciente, dos décadas trágicas en que imperaron los desencuentros, la muerte y la involución, aproximándose al portal de ingreso a la anarquía, el caos y la desintegración.

El rasgo más descollante de este amargo y duro período, el trasfondo sobre el cual se proyectaron los acontecimientos, fue el cotidiano careo, el juego dialéctico subyacente, entre las fuerzas agresores de la subversión, en sus distintas manifestaciones, y la reacción, muchas veces tumultuosa, incluso con la ruptura de la cadena de subordinación (“Operación Dignidad” – Nuevo Ejército Argentino) – de las reservas de la sociedad, en su patriótica y obstinada negativa a desaparecer como comunidad organizada, según valores humanos e instituciones rectoras tradicionales e irrenunciables.

Recomendamos dos libros que contribuyen a atenuar esa debilidad, señalándonos el rumbo correcto para la superación de la encrucijada. Uno pertenece al General RAMÓN G. DIAZ BESSONE con “Guerra revolucionaria en la Argentina (1959-1978). Círculo Militar. 1988. Buenos Aires. Argentina, y el otro, al libro del Coronel ABEL U. DE LA VEGA con su “Espejismos y realidades en torno a la contraguerra revolucionaria argentina”. Distribuidora y Editora Theoría srl , 1989, Buenos Aires, Argentina., quien con su reconocida solvencia intelectual, se refiere a la que denomina “contraguerra revolucionaria argentina”, repetimos, demostrando con fundamentos irrefutables, de naturaleza teológica, filosófica y jurídica, la justicia y la legalidad de la respuesta dada a la agresión, aventando toda la hojarasca ideológica que motivara y sostuviera el juzgamiento y la condena de las fuerzas armadas y las fuerzas del orden. Estamos en 2008. Desde 1983 a 2008: 25 años de juzgamiento, salvo desde 1989 a 1999.

IDEOLOGÍA. PROYECTO IDEOLÓGICO. PROGRAMA CAMBIO.

El marxismo-leninismo no reconoce una jerarquía superior a los valores referidos al hombre, fines últimos de la existencia humana y relaciones de aquel frente a Dios Trino y Uno, frente a los demás hombres y frente al Universo.

Su concepción materialista, al negar la trascendencia, se encuentra insanablemente inhibida para ubicar al hombre como “sujeto, principio y fin” de todas las instituciones y para imponer a las organizaciones sociales la exigencia de obrar como ámbito idóneo para la realización de la persona, en su plenaria dimensión.

Por el contrario, incurre en el extremo, de afirmar que las ideologías, las costumbres, las normas jurídicas y hasta la moral resultan, “en última instancia”, una superestructura resultante de la titularidad y de las relaciones de los medios de producción.

De allí que su discurso, ideológico y político, confundiendo valores con instrumentos, fines con medios, pretenda sustituir la propiedad privada de los medios de producción por la propiedad estatal, dando por sentado que el simple traspaso de la titularidad será suficiente para cambiar al hombre y tornar más justa la sociedad.

Desgraciadamente, también la llamada “teología de la liberación” incurre en similar simpleza. Tal utópica y dogmática cosmovisión adopta, en lo esencial, el mismo presupuesto de partida del capitalismo ortodoxo que critica, para el cual las solidaridades sociales son una consecuencia, más o menos espontánea, de la libertad individual, propiedad e iniciativa privadas y libre juego de las leyes del mercado.

El resultado histórico de dichas teorías materialistas ha conducido, en un caso, a la negación de Dios, supresión de la libertad y reemplazo de una denunciada explotación económica por otra, cualitativa peor, de naturaleza política; en el otro, en sus manifestaciones más agudas, a la paulatina reducción del hombre a la condición de “unidad de consumo” y de la sociedad a la de simple mercado.

Es decir, la respuesta a la extrema dispersión a la que conduce el individualismo cerril fue la concentración opresiva del poder, que alimenta el colectivismo.

Ambas ideologías excluyen a la PERSONALIZACIÓN, DIGNIDAD DE LA PERSONA, SOLIDARIDAD, RESPONSABILIDAD SOCIAL, SUBSIDIARIDAD, entre otros, como valores prescriptivos de las organizaciones sociales.

En cuanto a sus visiones del futuro, ambas cosmovisiones, individualistas y colectivistas, lo vislumbran a través de las hipótesis de evolución únicas, rígidas, materialistas y dogmáticas, expresadas, en un caso, a través de la “mística del progreso indefinido”; en el otro, suponiendo el inexorable “dominio del proletariado, la supresión de las clases sociales y la destrucción final de la burguesía capitalista”.

Las filosofías consideradas desconocen y aún desprecian la realidad nacional a las se aplican; la problemática, expectativas y concretas necesidades de la Nación y, para acentuar aún más su peligrosidad, constituyen sutiles arietes de una penetración orientada hacia el dominio cultural, cuya última consecuencia será postrar a la Nación en la más abominable de las dependencias, impidiéndole el tránsito, desde el Estado formal que hoy constituye, a la nación sustancial que deberá ser.

La Organización Montoneros, intuyendo que la filosofía marxista trastoca la jerarquía natural de instancias de un proceso nacional, se ha visto obligada a ubicar, en la cúspide de la misma y como base de arranque de su propuesta, lo que llama Proyecto Ideológico, sustituto de un verdadero y auténtico “programa Cambio”, proyecto de sociedad civil. No es está, por otra parte, la única concesión que una lógica elemental le ha impuesto.

Con respecto a tal proyecto ideológico (programa Cambio), lo denomina, ambiguamente, “Patria socialista”, sin entraren detalles comprometedores, pasibles de críticas y motivo de disidencias; detalles además, que el marxismo no tiene teóricamente dilucidados.

En su verdadero alcance y últimas consecuencias “patria socialista” significa, entre otras cosas, según lo podemos deducir:

- Ejercicio del poder: como potestad y derecho exclusivo de la clase trabajadora (mesianismo proletariado).
- Dictadura del Proletariado: aniquilamiento de la pluralidad social;
- Partido único: supresión de los partidos políticos, en especial los de inspiración liberal y eliminación violenta de la oposición política;
- Supresión de la propiedad privada: actividad en manos exclusivas del Estado. Reemplazo del capitalismo tradicional por el capitalismo de Estado;
- Desaparición final de las clases: por aniquilamiento, absorción o pérdida absoluta del ejercicio de la representación social, en cualquiera de sus manifestaciones de todas las clases, excepto la proletaria. Allí donde el marxismo-leninismo triunfó y lleva muchos años en el ejercicio irrestricto del poder, tal “proyecto ideológico” o “programa cambio” (según la fórmula de Montoneros) condujo a una:

- DICTADURA DE UN HOMBRE O UNA “TROIKA” SOBRE EL PARTIDO;
- DICTADURA DEL PARTIDO SOBRE EL ESTADO;
- DICTADURA DEL GOBIERNO SOBRE EL ESTADO;
- DICTADURA DEL ESTADO SOBRE LA NACIÓN, LA SOCIEDAD Y EL HOMBRE.

Esto es, a resultados inversos a los que preconiza nuestra filosofía política en la cual, al menos teóricamente, el gobierno sirve al Estado, el Estado a la nación y la nación al hombre, en su realización integral.

De todos, no es el proletariado quien ejerce el poder real sino la estructura política que, “desde afuera”, le ha impuesto su liderazgo y se atribuye su representación y la interpretación de sus “intereses de clase”. Además, la supresión de las organizaciones sociales intermedias, aptas para interponer efectos de amortiguación, deja inermes a los ciudadanos frente a la omnipresencia y omnipotencia del Estado.

Montoneros se había visto obligado a hacer concesiones ideológicas a la realidad imperante en nuestro medio, apartándose de la ortodoxia marxista-leninista.

A la heterodoxia ya analizada (proyecto ideológico o programa cambio instalado como instancia suprema del proceso) siguen otras, no menos significativas.

Sea en su carácter de nueva concesión a la situación singular de la Argentina; sea con la intención de cubrir vacíos teóricos notorios; fuera, en fin, como exigencia oportunista para encubrir su real ideología, lo cierto que introduce el concepto de “etapa intermedia” o “Proyecto ideológico de transición”, inexistente en el marxismo-leninismo ortodoxo.

Por tal adopta, como transición hacia el socialismo (léase comunismo), el que denomina Capitalismo de Estado, articulando para ello:

- La alianza temporal de clases.
- El respeto de la propiedad privada de la “pequeña burguesía”.
- Un sistema económico intermedio entre la economía liberal y la economía socialista.
- Un Estado fuerte, centralizado, para “planificar” (sic) la economía, ejercer el monopolio del comercio exterior y de las industrias básicas y otorgar a la clase trabajadora el cincuenta por ciento del bruto.
- La coparticipación y la cogestión obrera.

En extrema síntesis, el proceso pasaría, según los textos de los documentos montoneros, de una estructura capitalista, liberal y dependiente, hacia una estructura socialista e independiente.

Montoneros no explica ni justifica esa desviación del internacionalista marxista, aunque ella puede obedecer a alguna, más de una combinación importante de varias de las siguientes razones, sin dejar de señalar previamente que la calificación como institución de masas aplicada al nacionalismo nos parece un despropósito, al menos en nuestro caso:

- En primer lugar, la existencia en la Argentina de un movimiento obrero organizado bajo el liderazgo de dirigentes opuestos al marxismo.

- En segundo lugar, el fracaso histórico del partido comunista argentino en su propósito y acciones encaminadas a captar y encuadrar a la masa trabajadora.

- En tercer lugar, la confesada decisión de Montoneros de infiltrarse, hasta “obtener la conducción del Movimiento Peronista” o, posteriormente, “…rescatar al Movimiento de manos de los traidores”, para “…transformarlo en un verdadero Movimiento de Liberación Nacional”. Una postura internacionalista es probable que se constituyera en un obstáculo insalvable para tal propósito.

- Probablemente, también, la intención de utilizar la experiencia proveniente de las guerras revolucionarias de Argelia y Vietnam, en las que el nacionalismo, frente a la presencia de un ocupante extranjero, jugara un papel muy importante.

- Por último, al origen de algunos dirigentes montoneros, iniciados en el nacionalismo católico.

Pero el nacionalismo de Montoneros es falso, endeble, carente de convicción y contradictorio con la esencia clasista e internacionalista de su ideológica de su ideología. En ésta, el concepto de nación, como entidad unificadora y aglutinante de la diversidad social y geográfica y como sujeto de la historia, la política y la estrategia, NO EXISTE. Pretende ser reemplazado por el de “conciencia de clase”, extendiendo por encima de los límites estatales.

Luego quedarán consignados algunos esfuerzos de la organización clandestina tendientes a obtener una “teoría revolucionaria particular”.

Conviene detenerse a analizar las discrepancias que la Organización Armada Clandestina (OAC) mantuviera con PERÓN y, a partir de ellas, con la línea oficial del Movimiento Justicialista.

EL DOCUMENTO DE LOS SABINOS. “EL DOCUMENTO VERDE”.

Este documento fue elaborado en la cárcel, como resultado de un largo debate iniciado en la prisión de Córdoba y concluido en julio de 1972, en la unidad carcelaria de Resistencia, Chaco.
Este proceso había comenzado en 1971, expresándose en documentos parciales, escritos durante ese año y difundidos algunos de ellos en la publicación “Nuevo Hombre”.
La iniciativa autocrítica perteneció originalmente al grupo de guerrilleros militantes Montoneros que cayó preso después de la toma de La Calera. Participaron en los en los debates y luego se sumaron algunos otros detenido, IGNACIO VÉLEZ CARRERAS, CARLOS SORATTI, LUIS LOSADA, JORGE COTTONE, ANTONIO RIESTRA, CARLOS FIGUEROA y JOSÉ FIERRO. El encargado de la redacción f1nal fue LUIS RODEIRO- Actualmente se desempeña como periodista de “La Voz del Interior”, ex montonero. Junto a otros periodistas como SERGIO CARRERAS y ADRIÁN BASSOLA, de La Voz del Interior de Córdoba y Ediciones del Boulevard de la ciudad de Córdoba.

El documento tiene un valor documental importante en el esclarecimiento y reconstrucción de la historia de la lucha armada en nuestro país a partir de 1966. Es el proceso político e ideológico de un pequeño grupo de militantes y guerrilleros, que por destino son los primeros presos de la Organización Montoneros y, por consiguiente, parte de sus primeros cuadros. Un proceso cuya proyección como planteo teórico-político ofrece argumentos en que se basa la primera separación importante, con el surgimiento de la Columna SABINO NAVARRO. Con fuerte presencia en Córdoba y con desarrollo relativos en Buenos Aires, Santa Fe: Grupo Ateneo Universitario y Tucumán.

La definición política de Montoneros, tanto hacia fuera de la organización como hacia adentro, estaba determinada casi exclusivamente por los hechos armados: el secuestro y muerte de ARAMBURU (operativo Aramburu) y la toma de la localidad cordobesa de La Calera, que fueron decididos por el grupo líder, encabezado por FERNANDO ABAL MEDINA y el cordobés EMILIO MAZA.

Las lecturas, en esa etapa de formación, eran textos “despolitizados” en sentido estricto, quizá con mayor precisión “pre-políticos”. La historia de los curas obreros franceses, las Encíclicas sociales, el testimonio de Abate PIERRE y su EMAUS, las meditaciones del cura de izquierda ARTURO PAOLI, los conceptos humanistas de EMANUEL MOUNIER, las especulaciones filosóficas de THEILARD DE CHARDIN. Luego vendría el clima de renovación del Concilio Vaticano II, los planteos de JUAN XXIII y el surgimiento de los Curas del Tercer Mundo. Compromisos morales, con evidente raíz religiosas.

El proceso de “politización” vendría después; en algunos compañeros con la militancia universitaria o con la del peronismo como consecuencia de la “opción por los pobres”. Se expresan de manera muy especial a través de la revista Cristianismo y Revolución o de la CGT de los Argentinos, con el liderazgo místico de RAIMUNDO ONGARO.
Los grupos de izquierda se movían también por estas veredas. La lucha de los republicanos españoles contra el franquismo, la resistencia francesa, los partisanos italianos, la recuperación de la figura de ESPARTACO, la toma cubana de FIDEL y el CHE, la lucha de los vietnamitas, el compromiso de CAMILO, la Resistencia Peronista, etc.

Lo que no dice el Documento VERDE:

Para concluir una última reflexión. El texto crítico apunta a la ideologización de la lucha armada y a la idealización del Movimiento Peronista, como los pecados originales del montonerismo.
En mi libro “Fantasías de Bandoneón”, el cronista (LUIS RODEIRO) cuenta un desafío imaginario entre compañeros en el exilio, donde debían intentar un texto poético utilizando la frase “Aquí, bajo los puentes rotos” que alguna vez empleara LEOPOLDO MARECHAL en una poesía.

IV) HOMENAJE: desde aquí y ahora, DIARIO PAMPERO recuerda al Profesor Dr. JUAN LUIS NOGUEIRA GARCÍA, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la U.N.C., que el 10 de junio de 1976, fuera asesinado cobardemente por un comando terrorista del PRT-ERP en Ciudad Universitaria de Córdoba, A LAS 22,30 hs., concluir su gestión cotidiana. En una de las revistas del PRT-ERP, denominada “El combatiente”, vol. VIII, nº 156, del 24 de febrero de 1975, pp. 16, afirmaban: “Esta política ya en las recientes de decanos y funcionarios que como el caso de NOGUEIRA GARCÍA, nuevo decano de la Facultad de Ciencias Económicas, son personajes vinculados a la dictadura militar (en 1972 ejercía este cargo de Decano) y a los sectores proimperalistas”.

¡¡¡ DECANO NOGUEIRA GARCÍA, PRESENTE !!!

Religión o muerte

1788-1835 – 16 DE FEBRERO – 2008: hace 173 años.

El lema de la bandera que enarbolara años después de QUIROGA: RELIGIÓN o MUERTE, tenía un profundo significado, además de religioso, social. Simbolizaba la lucha de los pueblos que salían en defensa de sus FUEROS, TIERRAS Y FE, guiados por su “caudillos naturales” que les garantizaban JUSTICIA, contra el espíritu descreído, extranjerizante y mercantilista que desde el puerto invadía, interesándose solamente en dominar y regir. Era la lucha de la “civilización” contra la “barbarie”, comenzó a decirse desde 1822 por boca del poeta JUAN CRUZ VARELA. Es cierto. Pero ¿de qué estaban los bárbaros y de qué lado los civilizados?

Cuando en 1825 se reclutaban tropas para la inminente guerra con el Brasil, el general LAMADRID se sirvió de las milicias de Tucumán para quitarle, el 26 de noviembre de ese año, la gobernación de aquella Provincia a JAVIER LÓPEZ. El ladino tucumano había incorporado al después llamado “ejército presidencial”, pagado además con dinero de Buenos Aires, todo un regimiento de colombianos al mando del sanguinario coronel DOMINGO LÓPEZ DE MATUTE. Los mercenarios cometieron verdaderos SALVAJADAS en su paso por las Provincias (Cfr. LAMADRID: Memorias, T. I, págs. 324-328), por eso los pueblos comenzaron a llamar “SALVAJES” a los unitarios.

Pero ahí estaba QUIROGA con su bandera de RELIGIÓN o MUERTE, y el caudillo riojano derrota a los “supuestos” civilizados en las batallas de EL TALA, el 27 de octubre de 1826, y del RINCÓN DE VALLADARES, Tucumán el 3 de julio de 1827.

Después de las derrotas del llamado “ejército presidencial” – que como queda dicho iba al mando del general LAMADRID -, FACUNDO entra en la ciudad de Tucumán. El caudillo era muy aficionado a las fiestas y saraos, y, encontrándose en cierta oportunidad en una las principales casas que lo agasajaban, entabla un diálogo con cierto mozo forastero: el porteño HILARIO ASCASUBI, que había luchado en la batalla del RINCÓN DE VALLADARES nada menos que en el regimiento colombiano del coronel MATUTE.

El forastero, en un momento de la fiesta, ojea una BIBLIA que se hallaba sobre un mueble. He aquí el diálogo: “ – Señor Oficial, ¿qué lee usted? – Mi general, es una Biblia. - ¡Una Biblia¡ - exclamó vivamente QUIROGA - ¿Y por qué leer la Biblia, por Dios? ¿No la conoce? – No la conozco, mi general. – Oh, realmente¡ Y sin embargo, me había dicho que era soldado. Todos los militares deben haber aprendido la Biblia. Por mi parte, yo la sé de la primera a la última página; también mis oficiales. – Es posible, mi general. – No sólo posible, sino cierto – dijo QUIROGA con voz vibrante -. Voy a recitársela, empezando por el Génesis. - ¿Oh general, el comienzo de un libro es siempre fácil de retener, pero la continuación?...

- ¡Entonces, Ud. duda de que yo haya aprendido la Biblia¡ Abra el volumen, señor, en la página que le convenga, y pondré a prueba su desconfianza”. El mozo hojea el Libro y queda abierto el Libro de los Reyes. “- Tiene buena mano – dijo QUIROGA con extraña sonrisa - , tome el capítulo…versículo… donde se dice: “Los arcos de los ricos serán destruidos para engrosar a los flacos, y a los orgullosos se venderán por pan”. Acabo de recordar la parábola. A Ud. le toca ahora, explicarla, señor Oficial. – General, respondió sin titubear el mozo, en lo que respecta a parábola, sólo la táctica y la ordenanza. - ¡Y bien¡ Más instruido que Ud. señor, se la explicaré yo mismo. ¿Ud. es oficial de RIVADAVIA? – Soy oficial de la Nación. - ¡Unitario o federal, poco importa¡ Los arcos de los ricos serán destruidos, escrito está, y como y soy flaco y mis paisanos son flacos, pronto engordaremos con la ruina de RIVADAVIA. Su orgullo le hará venderse, como el presumido de la escritura y, como el hombre de la Biblia, comerá el pan del extranjero. (Cfr. GALLET DE KULTURE: Quelques mots de biographie et une page d´histoire. Le Colonel ASCASUBI, París, 1863, pag. 53, nota; cit. PEDRO DE PAOLI: Facundo. Vida del Brigadier General don JUAN FACUNDO QUIROGA, Víctima Suprema de la Impostura, edit, Ciordia & Rodríguez, Buenos Aires, 1952, págs. 128-131.

- También, FEDERICO IBARGUREN: Nuestra tradición histórica, Buenos Aires, Dictio, 1978, págs. 351 a 354).
Civilización y Barbarie titulará años más tarde SARMIENTO a su panfleto con pretensión de BIOGRAFÍA del caudillo riojano. Antinomia cierta. Pero… ¿De qué lado estaba la civilización y de qué lado la barbarie, ante esta muestra de sabiduría?

DON JUAN FACUNDO QUIROGA (romance)
J. A. CARRIZO

Al pie de “Barranco Yaco”
Treinta hombres había apostados,
Para asaltar la galera
En cuanto hubiera llegado.
Ya sienten los latigazos
De los hombres postillones,
Y en andar de la galera
Que viene a los sacudones.
Ya miran venir el coche,
Rodando por el camino,
¡a la carga¡ dice PÉREZ,
Matemos a ese asesino.
¡Bendito Dios poderoso¡
En aquel terrible asalto,
Un loro que allí venía
Les gritaba que hagan alto.
-Hagan alto – decía el loro
Con su lengüita parlera –
- Haga alto, mi general,
Que le asaltan la galera.
Y se asomó el General
Con sus armas apuntando
Y pega el grito: - A esa gente:
¿Quién la viene gobernando?
Le responde SANTOS PÉREZ
Y de este modo lo trata:
-La hora te llegó, QUIROGA,
Pierdes la vida y la plata.

lunes, 28 de julio de 2008

Romance de la muerte del General Martín Güemes


Tiene el romance elementos suficientes para expresar los sentimientos más delicados de la lírica y los arranques de la épica. El octosílabo parece concebido para contener en forma precisa la expresión de la idea con sus requisitos esenciales, desprovista de adornos superfluos. Su rima sencilla y mnemónica hace de él un instrumento ágil para la realización poética, a la vez que permite retenerlo sin esfuerzo; por ello, lo encontramos lo mismo en los medios populares y en las esferas del señorío intelectual.

El romance sirvió en literatura española para conservar y trasmitir las hazañas del MÍO CID, las luchas con los moros durante la Reconquista española, las discordias de la guerra civil entre los nobles; vibra en los motivos gitanos con GARCÍA LORCA y no lo desdeña el empaque de UNAMUNO.

En este género y con verso fácil, GUSTAVO SARRÍA, cordobés y universitario de La Docta, nos relata en forma idealizada, la muerte del guerrero salteño. Es un romance lírico-épico sencillo pero pleno de emoción y de belleza. Se percibe en su poesía el manejo de la rima y la medida en una realización sin esfuerzo.

El campo del Chamical, la sierra de los Yacones, la selva de los valles calchaquíes donde se hiciera la GUERRA GAUCHA, es el medio en que se realiza la acción; divisiones sociales, núcleos políticos, influencias de “godos”, fueron la causa de la agresión y la circunstancia determinante de la muerte; y después de la herida – a lo narrativo de la composición sucede la lírica – la eclosión de sus sentimientos a la esposa i al terruño, la angustia de los hombres que lucharon a su lado; y se une a ello la nota épica, la hora de los recuerdos de su vida de guerrero y de caudillo, sus soldados, sus dragones, sus adictos capitanes a quienes les toma juramento de seguir luchando por la causa de la libertad y la soberanía.

Es un romance sencillo pero lleno de emoción, de sentimiento y de inspiración, en el que se respira un fuerte hálito de la tierra.

Bendita la hora en que los poetas jóvenes ponen la mano sobre el corazón del país para sentirlo latir y para cantar las hazañas de sus caudillos; bendito la hora de descubrir en que ellos pretendan descubrir en el misterio de nuestras constelaciones australes y el poder telúrico de los astros la fortaleza y grandeza de nuestra raza, porque el poeta que es el vidente del futuro, podrá decir cuales son los destinos que la Divina Providencia depara a la Nación y servirá para levantar los espíritus argentinos en la realización de nobles acciones.


I

Alba de junio, alba inquieta
Del campo del Chamical.
Aprestos de guerra gaucha,
De gauchos del General;
MARTÍN GÜEMES se prepara
Para volver a luchar.
Sólo facones y lanzas
Va contando al revistar;
Dragones sin tercerolas
Los gauchos del General.
Por sierras de los Yacones
Se ha visto un raro brillar,
Pero en la clara mañana
GÜEMES tiene un solo afán:
Caminar hasta Humahuaca
Donde hay godos que matar.
Pero la suerte que dobla
Todo destino mortal,
Hacia Salta lo dirige
En un galope fatal
Oscura noche de junio
-Sube el silencio total –
Está la ciudad dormida
Bajo la noche otoñal.
Pero cascos de caballos
Con nervioso repicar
Hacen que estalle en añicos
El silencio de cristal.
Hasta casa paterna
Ha llegado el General,
Sorpresa de la Machaca,
Sorpresa al verlo llegar
-la traición audaz lo trae
Del Campo del Chamical -.
Sus cincuenta hombres de escolta
Se aprestan a patrullar,
Pero en la noche emboscada
La suerte está echada ya.
La muerte aposta partidas
Para salirlo a cazar.
La noche es un alarido
Con resplandor infernal.
(Cada calle es una boca
Que va al infierno
Quer va al infierno a parar).
Monta GÜEMES el “oscuro”
Y sin mucho vacilar,
Por la calle de su muerte
Lanza el bruto a galopar.
Abren su flor los fusiles
-Flores de fuego fatal –
Mientras la escolta galopa
Detrás de su General.
Roja flor se abre en el pecho,
Flor de la bala mortal,
Y se quiebra en el jinete
El galope vertical.

Ha comenzado el calvario
De GÜEMES EL INMORTAL.

II

Selva de Salta guerrera,
Selva que ha visto crecer
Ese ardor de hacer la Patria
Y el coraje de ese hacer;
A tu seno viene herido
Quien te supo defender
Y es la hora de que pagues
Lo que le debes a él.
El Héroe de Cuesta Nueva
Viene desangrándose,
Sobre el “oscuro tapado”
No se puede sostener.
Hay que hacer alto de a pie
Y dos estacas y un poncho
Son de su cuerpo sostén.
Mana la sangre ligera,
No la pueden contener
-Rebelde como su dueño
Ella es rebelde también -.
En encarnado lebrel,
Corre el río de su sangre
Hacia el mar del no volver.
Días de fiebre y de marcha
De delirio y lucidez,
De los labios del herido
Bota un nombre de mujer:
CARMEN, su esposa lejana,
Entraña de su querer,
En cuyos ojos azules
Ya no ha de volverse a ver.
Hay en su luz y en su noche
Un triple resplandecer:
CARMEN, la PATRIA y su SALTA
-De las tres era sostén –
Ahora quedan libradas
A DIOS, que vela por él.

De la selva brota un viento,
Viento que lleva a través
De todo el campo de Salta
Los nombres de ESE QUERER,
De labios de MARTÍN GÜEMES
Que muere de muerte cruel.

III

Chamical, campo de GÜEMES,
Muda tu verde en sufrir,
Mira que a tu tierra gaucha
Viene tu dueño a morir.
Hay un silencio tan hondo
Que se lo oye latir:
Es el silencio del duelo
De su ejército cerril.
Duelo que pone en las almas
Tal amargura viril,
Que las lágrimas en los ojos
Que nunca vieron salir.
Y un odio torvo les crece
Al lado de su sentir.
Gauchos, dragones de GÜEMES,
Vuestro Caudillo está allí
En su carpa de agonía
Junto al silente cebil.
Velad por las duras horas
Que le quedan por vivir.
VIDT, MOLLINEDO, GORRITI,
Vosotros que estáis aquí,
Junto a su fiebre y su sueño,
Viendo como llega el fin.
Aplacadle en su delirio,
Juradle que ha de seguir
La lucha como hasta entonces,
Como si estuviera allí
Y velad las duras horas
Que le quedan por vivir.

IV

Desfilar de los recuerdos
En confusa procesión
-Que hace balance la muerte
Con el último estertor -.
Así pasa, MARTÍN GÜEMES,
Delante de tu dolor
El gran río de tu vida
-Correntada del valor-
Allá el fragor del combate:
La costa, el humo, el cañón,
Y la goleta “Justina”
Que tu caballo abordó.
Allá el valle de Suipacha
Donde la Patria triunfó,
Gracias a tus escuadrones
Que tu pericia guió.
Dolores del año veinte,
Tozudez del español
Doblada por tus dragones,
Que a Humahuaca van en pos
Del ejército realista
Que va sembrando el dolor.

¡Ay! ¡Y la dicha preciada
Que CARMEN PUCH te brindo
En fruto de tres varones
Como su padre, varón!
¡Ay!, qué cerca está la muerte
Y qué lejos se quedó,
En Miraflores tu esposa
Y los hijos de tu amor!
Pero una niebla de fiebre
Ya lo envuelve en su sopor
Y le despierta del sueño
Acalorado rumor:
Dos enviados de los godos
Traen la proposición
De honores, fortuna y mando
Al bravo Gobernador.

GÜEMES levanta con fuerza
Su cansado corazón,
Y a VIDT le dice, sereno,
Con pausada entonación:
-Juradme por esa espada,
Que es prenda de tu valor,
Seguir firme en esta guerra
Por nuestra liberación.
-Y si alguna vez la rindes,
Sea tan sólo ante DIOS,
Cuando te llame a la gloria
Para juzgar de tu honor.
Más que la boca es el alma
Que dice: - Lo juro yo.
Y salen los emisarios
Contritos de admiración.

MARTÍN GÜEMES mira el cielo
De Salta que tanto amó:
Aquí se queda la tierra
Que con su sangre regó;
Aquí se queda su nombre,
En voz del viento loor;
Su alma en las lanzas enhiestas
De su esforzado escuadrón;
Su recuerdo en los Dragones
Que seguirán su misión.

Desde lo alto los comanda
La voz de GÜEMES y DIOS.

MARTÍN GÜEMES ha cumplido:
SEGÚN SU VIVIR, MURIÓ.

sábado, 26 de julio de 2008

Eva Perón en un mensaje a las mujeres de España

La señora EVA PERÓN, auténtica dirigente nacionalista del peronismo, produjo una notable alocución que debía inspirar a todo dirigente honesto del Justicialismo.

En su grandioso “Mensaje a las Mujeres de España”, emitido en Madrid el 15 de junio de 1947 (del que se acaban de cumplir 51 años), dijo, reafirmando anteriores mensajes suyos:

“¡MUJERES DE ESPAÑA¡”

“NUESTRO SIGLO no pasará a la Historia con el nombre de “siglo de las guerras mundiales” ni acaso con el nombre de la desintegración atómica, sino con ese otro mucho más significativo del “SIGLO DEL FEMINISMO VICTORIOSO”.
“La mujer argentina se afana, en primer lugar, por la estructuración del hogar cristiano con vínculo indisoluble. Porque si la mujer no se le dado el señorío de la fuerza física, se le dado el imperio del amor. Y sabemos las mujeres, sin necesidad de sutiles raciocinios, que sólo en el hogar y en el matrimonio indisoluble puede el amor alcanzar toda su expansión. Sabemos las mujeres, que la decadencia del amor, sin duda alguna de las decadencias más grandes que ahora padece el mundo, es resultado inmediato de la paganización de la familia y de la desarticulación del hogar.
“La mayoría de los pensadores opuestos al cristianismo no trepidan en reconocer que el matrimonio y la familia, tales como los reclama la adusta moral cristiana, constituyen el único ideal sociológico que puede colmar las aspiraciones más profundas del amor, y que todas las civilizaciones marcadas por una franca decadencia se caracterizaron por una honda crisis familiar.

“Cuando la corrupción de las costumbres ha minado la vida en familia, entonces, junto con el amor, pierde la mujer la libertad. Porque ella sólo es libre en la esclavitud del amor, en el que desemboca el matrimonio, no bien pierde sus dotes y prerrogativas de eternidad.

“Porque la mujer argentina se ha empeñado en mantener a todo costa el hogar estructurado, y porque se ha empeñado, además, en conseguir que en él se respire un perfume de santuario, de suerte que el esposo y los hijos sientan a Dios como un templo en pequeño, por eso sabe que no le arrebata ni un adarme de FEMINIDAD no sólo el trabajo en la fábrica, los estudios en las universidades, el aprendizaje profesional; eso tampoco empaña su feminidad el participar en los movimientos de recuperación nacional, colaborando con todos sus recursos a la implantación de un mundo más justo, más humano y más pacífico…

“La Iglesia, como nos lo han enseñado siempre, ni ha prohibido ni ha disuadido a la mujer de que ejerza de médico, o de diputado, o de embajadora, con tal de que no abandone sus deberes esenciales de madre, de hija, o de esposa. Y si la evolución de los tiempos la lleva a participar de la vida cívica y a intervenir en las contiendas electorales, es ella quien esta encargada de conspirar al triunfo de un orden familiar y familiar en el que pueda compartir, al lado del hombre, los frutos de la paz y de la justicia.
“Por eso, ¡mujeres españolas!, os digo a todas, a través del éter, lo que quisiera decir a cada una, de corazón a corazón, con esa fusión y medias palabras con que nos entendemos las mujeres: si no ha faltado agitadoras que soliviantarán las clases sociales unas a otras con soflamas incendiarias, ¿por qué han de faltar otras mujeres que de alma a alma se digan un mensaje de amor y de paz?
“Faltaría a mi deber, el deber que me impone la Gran Cruz de ISABEL, si no secundara la misión de la Gran Reina, quien, como ninguna mujer de España se afanó por dar unidad y libertad a esta tierra, batallando no sólo contra los invasores de su suelo, sino también contra los invasores de su Fe.

“Por eso, mujeres de España, a cuyo lado he vivido los días más emocionantes de mi vida, quiera hacer extensiva a vosotras cuanto dije no ha mucho a las mujeres de América:
“Trabajemos por la paz, que libra a los pueblos de las amenazas y de las agresiones y no permite cerrar las heridas abiertas por las contiendas fraticidas.
“Trabajemos por afianzar la paz y por impedir una nueva guerra vuelva a asolar la humanidad con nuevos estragos y nuevos odios. Trabajemos por implantar lo derechos fundamentales debido a los seres humanos y por desarmar los espíritus de los odios y prevenciones originados por la diversidad de las razas, de los idiomas, y las formas sociales de la vida…
“Trabajemos por la conquista de un mundo mejor, fundamentando en el amor y no en el odio; mundo en el que anhelamos todos construir y no destruir, y en el cual florezca como una bandera fulgurante de luz la libertad y la soberanía de los pueblos.
“Trabajemos por la implantación de un orden de justicia social cual lo requieren los principios proclamados por el General PERÓN, en el que todos puedan llegar a la consecución de sus sueños y anhelos, y en el que todos puedan gozar de una retribución justa; en el que el obrero viva en condiciones dignas de trabajo y pueda preservar su salud, gozar de bienestar físico y espiritual, amparar su familia, elevar su estándar económico y desarrollar libremente las actividades lícitas en bien de los intereses profesionales.

“Unamos nuestros esfuerzos para que nadie padezca, para que nadie se vea envuelto por miserias enervantes. Unamos nuestros corazones para que los seres humanos, cualquiera que sean su nacionalidad, su fortuna, su ideario, puedan vivir en armonía, y para que termine la división de réprobos y elegidos, satisfechos y desheredados, de suerte que el mundo se trueque en una gran Familia bendecida por DIOS, en la que no resuene otro canto que el canto del trabajo y de la paz…”


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
Diario Pampero nº 42, 7 de mayo de la Pascua de 2008, en el 89ª aniversario de su natalicio, 7 de mayo de 1919, en la Provincia de Buenos Aires.
Falleció el 26 de julio de 1952 en Buenos Aires. 56 ª aniversario de su fallecimiento.

jueves, 24 de julio de 2008

Carta Post mortem del GRAL. SAN MARTÍN


Boulogne-sur-mer, 9 de julio de 2008

Al Señor EDITOR de PyD
Don JUAN CARLOS SÁNCHEZ
S / D.


Al fin, mi querido amigo, he tenido la satisfacción de recibir la apreciable de Ud. del 30 de junio del corriente año (1). Le agradezco los diarios, entre ellos, Diario7, que me envía e igualmente el último ejemplar de “Política y Desarrollo”, que he leído con sumo interés.

Hoy, aniversario de nuestra independencia nacional, he meditado profundamente sobre las desgracias que afligen no solamente a nuestra Patria, sino al resto de América y aún del mundo.

Estoy de acuerdo con la profunda reflexión de DONOSO CORTES que para aquellas sociedades que abandonan el culto austero de la verdad por la idolatría del ingenio no hay esperanza ninguna. En pos de los sofismas vienen las revoluciones, y en pos de los sofistas los verdugos.

Los acontecimientos de los últimos años en nuestra desgraciada Patria son sencillamente el resultado de la entronización de los judíos y la judaización de los cristianos. Corrobora lo que afirmo la sistematización de la delincuencia organizada desde el gobierno por KIRCHNER, el cual se rodeó de la Flor y nata de la chocarrera pillería, de la más sublime inmoralidad y de la venalidad la más denigrante…(2). La etapa cumplida por él, sus hermanos y una minoría…despreciada por sus máximas subversivas y de todo orden, ha impuesto por su audacia a treinta y nueve millones de habitantes la situación crítica en que se hallan. (3).

Estoy en un todo de acuerdo con Ud. en que un frente de aliados donde se mezclan judíos, masones y católicos mistongos de todo pelaje ha preparado y colaboran en la instauración de las Repúblicas Socialistas Latinoamericanas (RR. SS. LL.). No debemos olvidar el papel que jugo la masonería y el comunismo en la revolución del 25 de mayo del 2003, y la entrega de la sociedad civil argentina al montonerismo por el matrimonio pingüino.

Me dice Ud. que la escandalosa, y yo la infame e injusta intervención (4) de la colectividad judía en hechos, incita al progrom con fines inconfesables.

En cuanto a la situación de este continente, es necesario no hacerse la menor ilusión: la verdadera contienda en la cual se pretende dividir su población, es puramente social: en una palabra, el que nada tiene trata de despojar al que posee, calcule lo que arroja de si tal principio, infiltrado en la gran masa del bajo pueblo, por predicaciones de los marxistas y la lectura de miles de periódicos escritos por una caterva de apátridas. Si a estas ideas se agrega la miseria espantosa de millones de proletariados,… las probabilidades de una guerra civil por el choque de las ideas y partidos, y en conclusión, la de una bancarrota total, visto el déficit de …millones en este año, y otros tantos en el entrante: este es el verdadero estado de la Argentina y del resto de América (5).

El inminente peligro que amenaza a la Patria (en lo más vital de sus intereses) por los desorganizadores partidos de terroristas, comunistas y socialistas; todos reunidos, a solo objeto de despreciar no sólo el orden y civilización, sino también la propiedad, religión y familia, deben contribuir muy eficazmente a causar una reacción formidable a favor del orden (6).

La caída de NCK no ha producido ningún cambio y continúa lo mismo peor, …ninguna confianza me inspiran general los hombres que en la actualidad se hallan al frente de la administración. Las máximas de odio infiltradas por los demagogos a la clase trabajadora, contra los que poseen, y los diferentes y poderosos partidos en que está dividida la Nación; la incertidumbre de una guerra civil, la paralización de parte de la industria, la disminución notable de las entradas, y la desconfianza en las transacciones comerciales, han hecho desaparecer la seguridad, base del crédito público. Este porvenir debe hacer comprender a la parte sana de la población que es preferible el gobierno del sable, a caer en poder de los socialistas (7).

En mi opinión la actual situación del país exige medidas drásticas: el gobierno de la Revolución Nacional que anhelamos debe suprimir la constitución libera-masónica del “53”, y de la “93”que le sigue, e igualmente los partidos políticos; clausurar las universidades libres y laicas, terminar la prensa amarilla e implantar un verdadero estado de sitio con el fin de juzgar a todos los que han tenido actuación pública desde la revolución del 55 hasta el presente. No hay otro arbitrio para salvar un Estado que tiene muchos doctores… que un gobierno absoluto (8).

El título de un gobierno no está asignado a la más o menos liberalidad de sus principios, pero si a la influencia que tiene en el bienestar de los que obedecen…(9).

En fin, Dios dé al futuro Restaurador de las Leyes el acierto de conciliar la paz y al mismo tiempo el honor de nuestra tierra (10).

JOSÉ DE SAN MARTÍN



(1) Carta a O´Higgins, Bruselas, 20 de octubre de 1827.
(2) Carta a T. Guido, París, 1º de febrero de 1834. Aquí San Martín se refiere a los ministros de Balcarce (1833), Enrique Martínez, Tagle y Ugarteche,
(3) Carta al Marisca Castilla, Presidente del Perú, Boulogne-sur-mer, 8 de noviembre de 1848. El Libertador se refiere a la revolución de 1848 en París.
(4) Carta a Manuel Antonio Tocornal, s/l, 30 de septiembre de 1846. Se refiere a la intervención de Francia e Inglaterra en el Río de la Plata.
(5) Carta a Rosas, Boulogne-sur-mer, 2 de noviembre de 1848. Se refiere a la revolución de 1848 en Francia y en el resto de Europa, especialmente en Italia, Austria-Hungría y Alemania.
(6) Carta al Mariscal Castilla, Boulogne-sur-mer, 15 de abril de 1849. S refiere a la revolución de 1848 en Francia,
(7) Carta a Castilla, Boulogne-sur-mer, el 8 de septiembre de 1848.
(8) Carta a T. Guido, Se refiere a la Confederación Perú-Boliviana presidida por Santa Cruz.
(9) Carta a T. Guido, París, 1º de febrero de 1834.
(10)Carta a Guido, s/l. 27 de octubre de 1847. Se refiere al que en ese momento defendía bravamente nuestra Patria, el Restaurador de las Leyes, Don Juan Manuel de Rosas.
Arte y Revolución. Gustavo Vera, Presidente de la Cooperativa La Alameda.
DNI 16.952. 954.

martes, 22 de julio de 2008

Echeverría y la “joven Argentina”

¿Y los Derechos del Hombre? ¿Y la libertad?, ¿Y la igualdad?, ¿Y la fraternidad? ¡Ah…¿Eso? …Para engatar a los necios y a los papamoscas.

¡Terrible es el poder de la dialéctica y de la ideología ¡, y estos eran los resultados del minúsculo grupo de ideólogos “trasnochados” de la Joven Argentina, que actuaban en Buenos Aires, en las principales de provincia y en el extranjero: el sofista ALBERDI, el “macaneador” SARMIENTO (Sarmiento le escribía al general Paz, desde Montevideo el 22 de diciembre de 1845: “Remito a S. Excª un ejemplar del Facundo qe escrito con el objeto de favorecer la revolución (y) preparar los espíritus. Obra improvisada, llena (por) necesidad de inexactitudes, a designio a veces…”), el degenerado RIVERA INDARTE , y otros como el malvado AVELLANEDA, el topógrafo GUTIERREZ, el “roncador” MÁRMOL, y el ex compadrito del Alto, ESTEBAN ECHEVARRÍA, transformado en “cajetilla” versificador (con monóculo de oro inclusive), desde el regreso de su fuga a Francia a raíz de asuntos de pollera. (José María Rosa: Nos los Representantes del Pueblo; e Ignacio B. Anzoátegui: Vidas de Muertos).

ECHEVERRÍA fue, además, quien pretendió dar a los integrantes de la Joven Argentina, desde mucho antes de su constitución, un “pensamiento” filosófico, resultado de sus mal dirigidas lecturas francesas hechas en sus cinco años de estada en Europa (1826-1830), sazonada, todo, con algunas ideas de la escuela “historicista” alemana, mucho de pose romántica a lo “BYRON” y nada de los españoles. Más adelante se siguió, en el Gabinete y en el Salón Literario de la Librería de MARCOS SASTRE, con lecturas de SAINT SIMON (un conde arruinado y aristócrata “arrepentido”, muerto en 1825), como así también de HUGO LAMMENAIS, PIERRE LEROUX, y hasta hacen furierismo sin conocer a FOURIER, como se ve vio después por ciertas analogías del Dogma con el Manifiesto de VÍCTOR CONSIDÉRANT, publicado en 1843. (Palcos, Alberto: Prólogo al Dogma Socialista).

Todos estos “utopistas”, por otra parte, rechazaban las palabras de Cristo: Mi Reino no es de este mundo, y se proponían, como meta final de sus lucrubaciones, establecer una nueva religión de la Humanidad que fuera capaz de “instaurar” nada menos que el paraíso sobre la tierra (milenaria idea mesiánica), donde, según la Cosmogonía “cabalística” de FOURIER, por ejemplo, en Siberia florecerían los naranjos y hasta el agua del mar se convertiría en una deliciosas limonada. (Josef Leo Siefert: Los Revolucionarios del Mundo).

Estas ideas absurdas eran, el “paso atrás” de la vieja táctica revolucionaria para avanzar – hoy tan empleada por los neobolcheviques – y que, por supuesto, también se manifiesta en el plano del pensamiento, puesto que, durante la llamada Revolución Francesa o la conspiración masónica de 1789 en Francia, uno de esos revolucionarios, GRACCO BABEUF (1762-1796) había sistematizado, ya, todo un programa verdaderamente comunista, cuyas raíces se pierden en la noche de los tiempos. Y contemporáneo de BABEUF era WEISHAUPT, fundador de la Orden de los Iluminados de Baviera, que tenía cierta similitud con el bolchevismo de W. U. LENÍN y relacionada tal vez con el “ideario” de la Liga Espartaquita,, fundada por los judíos ROSA LUXEMBOURG y KARL LIEBKNECHT; liga que intento en 1919, propagar por Alemania la revolución marxocomunista. No está demás dejar aclarado que el seudónimo por WEISHAULPT era Spartacus. (Serge Hutin: Historia Mundial de las Sociedades Secretas).

Después de señalar estos pormenores de la corriente de pensamiento comunista, llegamos a la conclusión que el marxismo no fue una ideología “nueva”, salida como una Palas Atenea de la “portentosa” cabeza de CARLOS MARX (1818-1883). Este judío “prusiano”, autor del famoso Manifiesto Comunista, de 1848, no hizo nada más que tomar prestado, para escatología “científica”, el pensamiento “económico” inglés de ADAM SMITH y DAVID RICARGO y las ideas de los “utopistas” franceses, precisamente de SAINT SIMON y FOURIER. Sistematizó luego, todo, dentro del “fatal” e “inflexible” proceso dialéctico (lucha de las contradicciones) de la filosofía de JORGE GUILLERMO FEDERICO HEGEL (1770-1831), cambiando Solamente por la materia la “idea”, sujeto primero y fundamental de todo el proceso creador según el pensador de Stuttgart. Resultado: el materialismo histórico.

Pero el espíritu semita de MARX no podía dejar de manifestarse en la sistematización de su “ideología”, y trasladó – por su condición de ateo – al proletariado (realidad “fundamental” del decurso histórico) el papel mesiánico reservado a los judíos, y divinizó al hombre – Humanidad – en vez de divinizar a su raza.

El marxismo, sin embargo, no fue – de ninguna manera – lo que dirigió el rumbo de la Revolución Bolchevique, comenzada en Petrogrado un siniestro 7 de noviembre de 1917 (25 de octubre en el calendario ruso). La dialéctica llamada “Dictadura del proletariado” preparó el camino, es cierto; pero el verdadero “catecismo” de acción – praxis – de los jerarcas soviéticos judíos. (Véase. Sobre el origen judío de los principales jerarcas soviéticos de la revolución comunista en Rusia, Robert Vaucher: El Infierno Bolchevique). Detentadores de la suma del poder público, fue el cínico y lúgubre Credo del famoso revolucionario NECHAIEV (1847-1883), personaje ruso descripto magistralmente por F. DOSTOYEVSKY, en Los Demonios, bajo el nombre de PEDRO VERKHOVENSKY. (Paul Schostakowsky: El Calvario Ruso).

Y ni siquiera la ideología “marxista” sirvió para la toma del poder por los judíos bolcheviques (ahora, los piqueteros, la guerrilla armada y LOS INTELECTUALES ORGÁNICOS son sus herederos.) El verdadero “técnico” que posibilitó el triunfo de la insurrección en Rusia fue un antiguo oficial del ejército imperial, ANTONOF OVSEIENKO, revolucionario, pero también matemático y jugador de ajedrez, que, sobre un mapa topográfico de Petrogrado, fue moviendo las piezas ajedrísticas de la insurrección general, mientras sus “peones” de las “maniobras invisibles” operaban contra los puestos claves de la capital del ex Imperio de los Zares. (Curzio Malaparte: Técnica del Golpe de Estado).

El “mesianismo” del proletariado y la “divinización” del hombre, de la ideología “marxista”, se transformó, sin embargo, no bien los judíos bolcheviques tomaron el poder, en la “divinización” de la maquina y en la “esclavización” del pueblo ruso, convertido a la condición de paupérrima bestia de trabajo mediante un vasto terror “sistematizado”. (Cfr. El libro del guerrillero español Valentín González (El Campesino): Vida y muerte en la U.R.S.S.).

Volvamos ahora nuevamente a los “utopístas” franceses. Uno de los discípulos de CHARLES FOURIER, el francmasón BAZARD, fue – no hay que olvidarlo – el fundador en París, el 1º de mayo de 1821, del CARBONARISMO, a semejanza de las famosas Ventes napolitanas: verdaderas “células” imitadas posteriormente por sociedades revolucionarias como la Mano Negra (célebre organización terrorista servia) y por los comunistas. En Francia se produjo, además, una “simbiosis”entre Carbonarismo y Masonería, siendo aquél, en realidad, un brazo de ésta. ¿Y cuáles eran sus fines? Existían los aparentes (exotéricos) y los ocultos (esotéricos). Entre los aparentes estaban, por supuesto, la libertad, la igualdad, la fraternidad, los derechos del hombre, la “redención” de las minorías étnicas, etc. Los ocultos: contribuir al triunfo de la Revolución Mundial. ¿Los medios? Existian varios: el poder corruptor del oro; el asesinato político; pero, principalmente, el empleo del razonamiento dialéctico, para posibilitar, por medio de sofismas, la conquista de las mentes y de los espíritus.
Se empezaba a efecto desde lo más simple y aparentemente inocente.

El director y guía de la Vente piamontesa, un judío que se ocultaba detrás del seudónimo Piccolo-Tigre, escribía a sus agentes en cartas de fecha del 18 de enero de 1822: “…cread vosotros en cualquier especie de congregaciones, con tal que domine en ellas el misterio en ellas el misterio, a toda clase de gente”. Y más adelante decía: “…cread vosotros mismos, o mejor haced que otros creen asociaciones cuyo objeto sea el comercio, la industria, la música o las bellas artes…”. Y proseguía: “infiltrad el veneno en los corazones elegidos por blanco; infiltradlo a cortas dosis, como por casualidad, y luego con el tiempo y la reflexión os sorprenderéis del feliz resultado”. (J. Crétinau-Joly: La Iglesia Católica y la Revolución).

No debemos olvidar tampoco que, en abril de 1834, Giuseppe Massini funda en Berna (Suiza), con refugiados políticos, la sociedad revolucionaria Joven Europa, de carácter “carbonario”, con ramificaciones en todos los países del Continente; siendo la más célebre de todas la Joven Italia, cuya bandera –blanca, roja y verde (Dogma Socialista) – es la enseña actual de la Península. (Hutin, Serge: Historia Mundial de las sociedades secretas).

Con estas explicaciones, quizá entenderemos qué era en realidad aquel “desprendimiento” del Salón Literario de la librería de MARCOS SASTRE, conocido con el nombre de la JOVEN GENERACIÓN ARGENTINA o JOVEN ARGENTINA. (Palcos, Alberto: Prólogo al Dogma Socialista). Pero principalmente por el de Asociación de Mayo; aunque la Revolución de Mayo de 1810 no tenía que hacer con ella. Podía, asimismo, haberse llamado Asociación de Julio; donde la Independencia, que comprometieron criminalmente en varias oportunidades, hubiera también brillado por su ausencia. Era, eso sí, el engendro “americano” de una verdadera LOGIA “CARBONARIA”, juramentada en Buenos Aires la noche del 8 al 9 de julio de 1837 a imitación de la Joven Italia, o, más propiamente, de la Joven Europa. (Dice E. ECHEVARRÍA en su Ojeada Retrospectiva sobre el Movimiento Intelectual en el Plata desde el 1837: En efecto, el 23 de junio de 1837 por la noche se reunieron…de treinta y cinco jóvenes…”).

Sus integrantes eran, además, dignos discípulos de sus “humanitarios” maestros. “…echa contribuciones y si no las pagan haz rodar cabezas”, pedía AVELLANEDA. (García Mellid, El Proceso al Liberalismo argentino); “Es necesario emplear el terror para triunfar en la guerra”, escribía SARMIENTO; “… LA REVOLUCIÓN es la ley del diablo, que nada respeta y nada teme…”, decía ALBERDI; “…para que vayáis vosotros a gozar de la Patria, es preciso que ellos (los federales) salgan proscriptos o mueran: no hay (otro) remedio”, pontificada ESTEBÁN ECHEVERRÍA. (Humberto Calabrese, Juan Manuel de Rosas).

¿Y los Derechos del Hombre? ¿Y la libertad?, ¿Y la igualdad?, ¿Y la fraternidad? ¡Ah…¿Eso? …Para engatar a los necios y a los papamoscas.

Estos verdaderos “marxistas” de la época de ROSAS habían comprometido, por otra parte, hasta honrados ciudadanos y a muchos valientes militares argentinos, como siempre en nombre de la libertad, en la trágica aventura antinacional.

Traición juzgada por SAN MARTÍN - en carta al Dictador – con palabras lapidarias y perennes: “… pero lo que no puede concebir es el que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar su patria y reducirla a una condición peor que la que sufrimos en tiempo de la dominación española; una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer”. (Carlos Ibarguren, San Martín Íntimo).

Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
Diario Pampero nº 62 Cordubensis
Sopla el Pampero.
VIVA LA PATRIA.

El nacionalismo de Rosas

Rosas y sus adversarios.
Rivadavia, el “visionario”, era ante todo un loco: un loco de la política; su cordura renacía en la vida privada, donde no interesaba a nadie.


El vasto silencio de los historiadores unitarios ha sido roto por el doctor LAVALLE COBO, que no es historiador. El silencio, pues, se prolonga detrás de él, en las sombras de la historia oficial: y el doctor LAVALLE COBO se lanza solo, en una carga de caballería que, como alguna de su vehemente antepasado, es una carga en el vacío: fuera del campo de batalla. Esto será lo que procure demostrar aquí, reprimiendo, a mi vez, cualquier “virulencia patriótica” y con el respeto y la simpatía que por tantas razones, directas e indirectas, me merece el doctor LAVALLE COBO.

Yo tampoco soy historiador, y esto bastaría a excluirme del debate, a no mediar aquel silencio, que también a mi me habilita para ensayar, aunque con “pluma vacilante”, la defensa del General ROSAS. Tarea en cierto modo fácil, para quienes no han aprendido en los textos clásicos a ignorar la historia –y hasta la geografía – de su país, y escaparon al peligro de obscurecer en ellos para su visión del pasado. Somos muchos, así, y los que estamos aligerados de fantasmas y en actitud de comprender, dentro de las limitaciones naturales de cada uno, el sentido de hombres y acontecimientos desfigurados en las crónicas por los protagonistas de una lucha que ellos mismos nos contaron.

Curiosos de otros libros y documentos, el azar de la lecturas nos llevó a comprender, con asombro, primero, y con irritación después, que en el relato de este episodio, en la explicación de aquél motín, en la semblanza de tal personaje o en la definición d tal partido, los cronistas no habían respetado la verdad: con lo que perdieron: con lo que perdieron ellos nuestro respetado. Descubrimos que no era indispensable ser eruditos para averiguar que hasta la versión del movimiento de Mayo nos había sido falsificada; que la verdadera independencia nacional fue proclamada por los montoneros del año 20. “contra” el Congreso de Tucumán, y las veleidades monárquicas de los directoriales unitarios; que la Banda Oriental, escarnecida durante años por ciertos hombres de Buenos Aires, había sido “entregada” a los portugueses, en acuerdo secreto con Inglaterra, y que, después de Ituzaingó, nos separó definitivamente de ella la acción de RIVADAVIA y sus agentes diplomáticos, quienes respondían a las exigencias apremiantes de CÁNNING, contra la política argentina de DORREGO; que LAVALLE, instrumento ciego en manos ocultas, fusiló a DORREGO sin justicia, sin autoridad, sin proceso y sin discernimiento, en un arrebato de granadero, y que las luchas sobrevivientes entre unitarios y federales, “europeístas” y “americanos”. “civilización”, “civilización” y “barbarie”, no representan sino las maquinaciones y arterías de los extraños para romper la unidad del antiguo Virreinato, crear cuatro países débiles en lugar de uno fuerte, oponer la influencia del Brasil a la nuestra en Sud América, consolidar el dominio inglés en el Río de la Plata y sustituir con el tiempo la población nativa – los gauchos de MARTÍN FIERRO – con los inmigrantes desarrapados – “JUAN SIN ROPA” – y analfabetos, que también representaban la “civilización” de Europa.

LOS UNITARIOS

El nacionalismo de ROSAS se define, ante todo, por su oposición a los unitarios, quienes desde 1812, con RIVADAVIA frente a ARTIGAS, hasta después de Caseros, estuvieron siempre al servicio, más o menos deliberado, de aquel plan de dominación extraña. Al juzgar la conducta de sus jefes de las logias secretas, cabe pensar, en su excusa, que les faltaba el sentimiento de lo nacional. No lo traicionaron, porque no lo tuvieron. Para los más caracterizados entre ellos, ser argentino era ser porteño, y ser porteño era un fenómeno de cultura personal, rara vez logrado en sus filas, porque, la verdad dicha, todo el partido unitario no produjo una docena de espíritus verdaderamente cultos. Los más ilustrados, los más famosos hoy, eran literatos y poetas, que, a títulos de cuales, pretendían erigirse en los supremos legisladores de la nacionalidad. En cualquier caso, fueron extraños al país, cosa que tardaron en descubrir, pues por un fenómeno característico de su vanidad, al principio concibieron éste a imagen y semejanza suya y luego, al comprobar la contradicción, dictaminaron que el país estaba equivocado. Vivieron mirando a Europa, de espaldas a la tierra en que habían nacido, de la que se avergonzaban sin ocultaron, como se avergüenzan los guarangos modernos. En el fondo no se sintieron nunca compatriotas del hombre del interior o de las campañas de Buenos Aires o de los arrabales porteños. Lo despreciaron, porque se creían superiores a él, cuando sólo lo eran en algunos aspectos, los de su cultura social y libresca, es decir, lo menos importante en la vida que les había tocado vivir.

En el origen de su política centralista no hay una doctrina – tan pronto eran republicanos como monárquicos – sino un interés de clase o de grupo que aspira a tener un país propio para gobernarlo e imponerle por decreto – o mejor dicho por ley, pues eran legalistas – la cultura “europea”: no española, ni inglesa, ni francesa, nada definido, sino “europea”, así en abstracto: lo único que no ha existido ni podía existir en ninguna parte de Europa. Todo hace creer que confundieron la cultura con las modas de la época y no comprendieron nunca que en la formación de una cultura nacional – de acuerdo al modelo europeo, precisamente – no podía prescindirse de la realidad nacional, el sujeto de la cultura. Pero esta realidad era lo que ellos no aceptaban. Querían rehacerla conforme a sus “ideas”, que habían convertido en ídolos. Y sus “ideas” no hacían de la experiencia, en el mundo que vivían: les llegaban, como las levitas, confeccionadas en otra parte.

La desvinculación de las ideas con la realidad es el caos, la locura. RIVADAVIA, el “visionario”, era ante todo un loco: un loco de la política; su cordura renacía en la vida privada, donde no interesaba a nadie. Sus adláteres – algunos de ellos siniestros por su perversidad sanguinaria – eran también los hombres de las contradicciones y de las incoherencias. Se llamaron UNITARIOS. Pero no admitían que la nacionalidad es una unidad moral que prolonga a través a través de las generaciones, y conspiraron contra la unidad de raza, de religión, de costumbres, de tradiciones, de cultura, en el pueblo argentino. Así confundieron progreso con sustitución, ignorando que solo progresa lo que se perfeccionado en el sentido en el sentido de lo ya es. Y nunca se propusieron el progreso del pueblo argentino, sino su trocamiento en otro pueblo distinto, que no sería hispánico, ni latino ni tendría pasado respetable porque lo habría repudiado. El ideal de los unitarios – que después extremó ALBERDI hasta el absurdo de las “Bases” – consistía en hacer del argentino real un ente tan descaracterizado como las propias imágines con que se sustituían las ideas ausentes. Los hombres de la realidad se levantaron contra ellos y los expulsaron del país. En eso consistía su tragedia de desterrados.

Pero antes habían llevado a la política el desorden de sus “ideas”, convulsionando a las catorce provincias con sus tentativas de predominio ilegítimo. Al aproximarse el año XX, comprobado su fracaso en el gobierno y sintiendo que el suelo temblaba bajo sus pies, creyeron que el país se hundía con ellos, porque ellos eran el país, y pidieron el Protectorado de Inglaterra o mendigaron en España o Francia - ¡y hasta en Suecia! – un monarca extranjero. Repudiados, con la Constitución de RIVADAVIA, que era su obra maestra, utilizaron a LAVALLE sublevado para iniciar la guerra civil. Cuando el orden se salvó con ROSAS, conspiraron contra el orden, siempre a la zaga de los extranjeros, para aquí “la influencia de Francia”, o para desmembrar la nación, después declararla disuelta, o para entregar los ríos interiores al dominio internacional, o para garantizar en forma en forma perdurable la independencia de las antigua provincias segregadas.

¿Traidores? La palabra es terrible y desagradable de aplicar, si no es en un sentido metafórico. Preferible es creer que FLORENCIO VARELA, por ejemplo, llegó a ser un desarraigado sin patria, ciudadano de una República inexistente, que había perdido en el exilio cualquier resto de solidaridad con los hombres de su tierra, No olvidemos, por lo demás, que con los unitarios militaron algunos guerreros de la Independencia y que un patriota como MARTINIANO CHILAVERT siguió también la política de Montevideo, hasta descubrir su entraña, antes escondida a sus ojos, que no eran de lince. ¿Cuántos habrán estado en la misma situación de engañados? El General PAZ rechazó el proyecto de separar a Entre Ríos y Corrientes de la Confederación Argentina que sometió VARELA para su aprobación. Pero ese mismo rechazo de PAZ, la sorpresa de CHILAVERT y los escrúpulos que más de una vez confesó LAVALLE antes del 40, prueban que el fondo de la conspiración unitaria era sombrío y que convenía mantenerlo oculto. Esa gente no “procedía a la luz del día”, como cree el doctor LAVALLE COBO.
En general, y aunque nos cueste recocerlo a los que también somos sus compatriotas, podemos decir con verdad que esa política que consistió, desde sus comienzos, en negar al país, y concluyó conspirando contra su integridad territorial, era en sí misma una traición a los hombres de la Conquista y de la Revolución. Era una traición a la historia, a los antepasados: una traición de los hijos a los padres.

NOTA:
(Estos párrafos selectos pertenecen a una de las obras del escritor ROBERTO DE LAFERRÈRE, una pasión argentina. Se trata del “El Nacionalismo de ROSAS”, capítulo I. ROBERTO de LAFERRÈRE fue un digno exponente de la generación que actúo entre las décadas del 20 y 30, cuando los cambios operados en el mundo repercutieron en nuestra patria. Nació en Buenos Aires el 10 de enero de 1900, hijo del escritor y político GREGORIO DE LAFERRÉRE y de TEODOSIA LEGUINECHE EZCURRA, descendiente ésta de la familia de la esposa del Restaurador. Sus antepasados lucharon contra los invasores ingleses, en la guerra de la independencia y en las luchas civiles. Este ilustre patricio falleció el 31 de enero de1963. Perteneció a la generación fundadora del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rozas en 1938. La obra que hemos resumido es “El nacionalismo de Rosas”, editorial Haz, Buenos Aires, 1953).

Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com-ar
Diario Pampero nº 69 Corduvencis

lunes, 14 de julio de 2008

De Rivadavia a Don Juan Manuel

Desde 1810 hasta 1835 habían ocurrido cosas demasiado trágicas en el país. Solamente agregar que, cuando ROSAS asume el mando por segunda vez – como se lo dijera personalmente el mismo don Don JUAN MANUEL al doctor VICENTE QUESADA, diplomático argentino que argentino que lo visitó en Southampton, junto con su hijo ERNESTO. En febrero de 1873 -, había “encontrado al país anarquizado, dividido en cacicazgos hoscos y hostiles entre sí, desmembrado ya en parte y en otras en vías de desmembración, sin política estable en lo internacional, sin organización interior nacional, sin tesoro ni finanzas organizadas, sin hábitos de gobierno, convertido en verdadero caos, con la subversión más completa en ideas y propósitos, odiándose furiosamente los partidos políticos. Un infierno en miniatura”, según el juicio de ARANA (Rosas en la evolución política argentina).
No obstante, levantó con paciencia y firmeza, respaldado por el pueblo argentino, el edificio de la poderosa Confederación Argentina.

Se le hace responsable, sin embargo, del “crimen de lesa democracia”, de no haber constituido el país, es decir, de no haberle dado una Constitución escrita, porque constituido estaba, de una manera distinta como lo fue después de Caseros=1852. pero estaba. Además, ¿cuándo el país tuvo durante larga dictadura un momento dictadura para dictarla?

El Pacto Federal o Tratado Litoral, firmado el 4 de enero de 1831, por otra parte, ¿no era acaso un principio de Constitución?, ¿o era necesario que en vez de sus diecisiete artículos hubiera debido tener doscientos? ¿No dijo el mismo ALBERDI en tan alabado libro Bases – que todo el mundo cita pero que nadie lee – “Tomad los cien artículos, término medio de toda Constitución, separad diez, dadme el poder de organizarlos según mi sistema y poco importa que en el resto votéis blanco o negro” (Bases). ¿Debemos ser tan hipócritas para admitir eso? ¿o debemos decir con DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO: “Una Constitución no es una regla de conducta para todos los hombres. La Constitución de las masas populares son las reglas ordinarias, los jueces que las aplican y la policía de seguridad?”
Pero… después de tan magna digresión sobre tan pequeño asunto, pasemos a otro asunto, pasemos a otro tema, aunque jamás debemos confundir las premisas: antes que la Constitución está la Nación.

El hombre medio argentino tiene una idea muy confusa acerca de la historia constitucional de su país y la resume, más o menos, en la creencia de que en el año se reunieron en Santa Fe unos señores unitarios, pero par redactar una Constitución federal. La culpa no es, por supuesto, de aquel hombre medio, que se ha limitado a asimilar fácil y dócilmente las opiniones ajenas y que, quizá, se irrite cuando se le diga que su ignorancia no es causal y que obedece a un plan, trazado nada menos que por ex presidentes de su país, ya que en el nuestro, los políticos no sólo han hecho la historia, lo que la han escrito con feroz sentido partidario, pecado de la cultura argentina. Así, DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO escribía desde Nueva York el 16 de diciembre de 1865 a NICOLÁS AVELLANEDA, también ex presidente: “Necesito y espero de su bondad de V. me procure una colección de tratados argentinos, hechos en tiempos de Rosas, en que están los tratados federales que los unitarios han suprimido después, con aquella habilidad con que sabemos REHACER LA HISTORIA” . (La Biblioteca, t. VI, pág. 13).

En su obra “El fragmento preliminar al estudio del derecho”, ALBERDI sostenía, refiriéndose a ROSAS: “Considerado filosóficamente no es déspota que duerme sobre bayonetas mercenarias, es un representante que descansa sobre la buena fe, sobre el corazón del pueblo”. En cambio con relación a los unitarios expresa: “Nuestra historia constitucional no es más que una continua serie de imitaciones forzadas, y nuestras instituciones una eterna y violenta amalgama de cosas heterogéneas”.
Ya en su vejez, abjurando de su error, ALBERDI escribiría: “Prefiero a los tiranos de mi país que a los libertadores extranjeros”.

Este raro fenómeno político, la creación del Poder Ejecutivo Nacional, fue estimulado por el más grande factor de cohesión en todos los países: el peligro, interno o externo. No había sino una alternativa: el país se disolvía en una anarquía o se fortalecían los poderes conferidos al gobernador de Buenos Aires. La República prefirió el segundo término de la alternativa, que dejaba a las Provincias una cierta esfera de acción propia.
Estos factores decisivos para la formación se encuentran enumerados prolijamente en las reglamentaciones militares vigentes. El Reglamento de Anotación y Cómputo de Servicios del Ejército Argentino – 65 – establece las siguientes – art. 33 y 34 – conflictos en la época de ROSAS:
1) Guerra internacional contra la Confederación Peruanoboliviana, iniciada el 19 de mayo de 1837 y terminada el 23 de marzo de 1839. Esta guerra aseguró la argentinidad de Salta y buena parte del norte argentino. En las postrimerías del gobierno de ROSAS regía los destinos de Bolivia el presidente MANUEL ISIDORO BELZÚ (el Mahoma del Antiplano). Había llegado el momento propicio para plantear el problema de Tarija; sobrevino la ruptura de relaciones con el Imperio brasileño, el pronunciamento de URQUIZA y la derrota de Caseros, y aquella parte del territorio argentino se perdió para siempre.
2) Guerra internacional contra Francia, iniciada el 8 de junio de 1838 y terminada el 31 de octubre de 1840, con el tratado Mackau- Arana.
3) Guerra internacional contra Inglaterra Y Francia juntas, iniciada el 22 de agosto de 1845, y terminada con Inglaterra el 24 de noviembre de 1849, y con Francia el 10 de mayo de 1850.
4) Guerra civil entre Corrientes y la Confederación, iniciada el 28 de febrero de 1839 y terminada el 31 de marzo de 1839. Empezó con la declaración de guerra del gobernador correntino BERÓN DE ASTRADA y finalizó con la batalla de Pago Largo.
5) Guerra civilinternacional de 1839-1840-1841-1841. Comienza con el desembarco del unitario General JUAN GALO LAVALLE en Entre Ríos, el 3 de septiembre de 1839, con la colaboración de la flota de Francia, con la conspiración de MAZA en la ciudad de Buenos Aires, el levantamiento de los estancieros del Sud de la provincia bonaerenses y la cooperación Francesa. Termina con la acción de Rodeo del Medio, del 24 de septiembre de 1841.
6) Guerra civil entre Corrientes y Entre Ríos, iniciada el 12 de diciembre de 1843 y terminada el 14 de agosto de 1846, con el tratado de Alcaraz.
7) Guerra civil entre la confederación y Corrientes, iniciada el 20 de octubre de 1847 y terminada el 27 de noviembre del mismo año, con la batalla de Vences.
8) Guerra civilinternacional de la Confederación Argentina contra Entre Ríos, Corrientes, el Estado Oriental del Uruguay y el Imperio del Brasil, iniciada con el pronunciamiento de URQUIZA del 1º de mayo de 1851 y terminada el 3 de febrero de 1852, con la batalla de Caseros-Monte Palomar.

¡Nueve conflictos bélicos! ¡Estas son las nueve razones poderosas que determinaron la creación, de derecho, del fuerte Poder Ejecutivo Argentino”. Este no nació de las páginas de un libro de un autor famoso e iluminado, sino de la áspera realidad de nuestro pasado criollo. Esas nueve causas determinaron también el derecho, por parte del Ejecutivo Nacional, de intervenir a las Provincias; la erección de una jurisdicción federal, con asiento, en último término, en Buenos Aires, para juicios de significación nacional como lo fue el proceso a los asesinos del General JUAN FACUNDO QUIROGA, etc.

Escribió el recordado Padre LEONARDO CASTELLANI:

Todo el ser lo recibimos
De la madre antigua y sabia;
Mi labio a nadie agravia
Si digo esta frase fiel:
Nos vino DON JUAN MANUEL
Y nos vino RIVADAVIA.


domingo, 13 de julio de 2008

La conspiración masónica de 1789

Advertencia: La subversión mundial no es algo casual o espontáneo: el es resultado de un trabajo paciente, concienzudo y oculto que surge a la superficie cuando el terreno ha sido conveniente preparado y las probalidades de éxito están a la vista.

GUSTAVE BORD ha dado testimonio de la verdad histórica y de un fervoroso amor a su país.

El papel de la Francmasonería en los acontecimientos de julio de 1789 es, por lo tanto, innegable; la lista de masones que hemos confeccionado es, forzosamente, incompleta y estamos convencidos de que, con el correr del tiempo, los que estudien este tema posteriormente, descubrirán otros masones cuya iniciación oficial no hemos logrado comprobar.
Sea como fuere, el número de masones comprobados entre los dirigentes de la insurrección es considerable, puesto que constituyen las tres cuartas parte de los actores y, tal como ya lo hemos dicho, apenas si había de dos a tres mil masones en París y, entre ésos, no había seguramente ni siquiera mil con voluntad para la acción. No podemos dejar de mencionar el papel pasivo de los regimientos suizos cuya admirable adhesión al soberano algunos se complacen en exaltar. Confundiéndolos con parte de los suizos del 10 de agosto: hasta tanto esté más informado, nos reservamos la opinión a este respecto. Por el momento me limitaré a exponer el papel desempeñado por su jefe, el conde DE AFFRY.
El conde LOUIS-AUGUSTE d’AFFRY había nacido en Versalles el 28 de agosto de 1713. Coronel de los guardias suizo u administrador general de las tropas helvéticas en Francia, era miembro de la logia “Contrato Social”. Tomemos en cuenta diversos episodios de su existencia revolucionaria. Cae enfermo en abril de 1789 y no figura en la represión de los disturbios, después del asunto Reveillon. Una vez enterado de la fuga de Varennes, se apresura a acudir a la Asamblea nacional, para expresar su fidelidad a la nación.
El 14 de agosto, es puesto en libertad provisoria en la noche del 2 al 3 de setiembre y llevado en triunfo. Es absuelto el 10 de octubre por el tribunal del 17 de agosto: al pie de la sentencia figuran las firmas de LEBOIS, DOBSENT y FOUQUIER-TINVILLE.
El 14 de agosto AFFRY había escrito a de la SAUSSAYE, comisario de la guerra, declinando toda responsabilidad en la jornada del 10 de agosto y señalando a MAILLIARDOR, BACHMANN, y d´ERLACH. Según el Moniteur del 30 de agosto, habría rehusado tenazmente a la reina MARÍA ANTONIETA dar orden de tirar a los suizos, so pretexto de que las capitulaciones se oponían a la ejecución de una orden semejante. MAILLIARDOR y su hijo fueron masacrados en la abadía; BACHMANN, condenado por el tribunal el 17 de agosto, fue ejecutado en la plaza del Carrousel; d´ERLACH había sido asesinado el 10 de agosto.
Según la biografía de Leipzig, ROBESPIERRE habría rehusado atestiguar en el proceso a la reina.

El conde de AFFRY murió en la cama, en 1793, en el castillo de Saint-Barthélemy (cantón de Vaud). No debe ser confundírselo con otros miembros de su familia, irreprochables en todo sentido. El conde de AFFRY no fue, con seguridad, un traidor, pero su vida puede darse como ejemplo de la fatalidad masónica.
Los papeles desempeñados por SOMBREUIL, du CHÂTELET y BESENVAL, en proporciones más reducidas, se asemejan singularmente al de AFFRY. No nos extrañaría que la influencia de la Francmasonería haya aniquilado su voluntad, y algunas investigaciones más profundas debe dar por resultado la confirmación de su presencia en las logias.
¿Cómo se explica que SOMBREUIL no haya defendido el depósito que le había sido confiado? Y la dimisión de du CHÂTELET es sumamente singular. En cuanto a BESENVAL, su absolución tan ardientemente reclamada por NECKER es aún más singular. Los recuerdos que ha dejado son, al menos, lamentables para su memoria. Somos, en justicia, indulgentes para con SOMBREUIL y du CHÂTELET, que expiraron duramente su debilidad ante el Tribunal revolucionario; pero mientras que esos dos oficiales subieron las gradas del cadalso, BESENVAL murió tranquilamente en París, en pleno Terror, después de haber llevado una existencia apacible junto a ROBESPIERRE y MARAT. SOMBREUIL, en particular, es un ejemplo muy señalado del papel involuntario que desempeñan ciertos masones, y que también entre ellos hay victimas honorables.
ADRIEN-JEAN-FRANÇOIS DU PORT DE LA PRÉLAVILLE era consejero en el Parlamento de París cuando fue nombrado diputado por la nobleza de la generalidad ante los Estados generales. Vivía en la calle du Grand-Chantier nº 2, en una de las cinco casas que poseía en París. Después de haber seguido la política de las logias, los acontecimientos de Varennes lo condujeron a una actitud más reservada. Tuvo que salvarse después del 10 de agosto. Detenido en Melun en septiembre de 1792, consiguió escaparse y alcanzar y alcanzar la frontera. Volvió a París del 9 de Thermidor al 18 Fructidor, y fue a morir en Appenzell, en agosto de 1789. Si DU PORT formó parte del club de los Jacobinos, era también socio del club de Valvis, y se le acusó de haber integrado el famoso comité austríaco.
CHALLAMEL pretende (Clubs contrérévolutionaires, p. 537) que su casa era frecuentada por MIRABEAU, TARGOT y ROEDEVER, enemigos de la reina y que se habría vendido a la corte después de la huida del 21 de junio de 1791. Es posible, pero haría que tener pruebas.

Después del 14 de julio, la Francmasonería invadirá las nuevas funciones municipales y judiciales; estará representada en los clubes y el de los Jacobinos será, de hecho, una logia declarada.

Para efectuar el asalto al poder, el Gran Oriente y las logias escoceses, originadas en las logias jacobitas, se ponen de acuerdo; los dos aliados digitan las elecciones, forman la opinión, trastornan en ejército, la realeza y la administración. Después de haber desempeñado papel de sitiadores, les ha llegado el turno de gobernar. Su misión será cada vez menos brillante y menos fácil. El populus vulgus al que han lanzado a las calles en contra la autoridad, no comprenderá fácilmente que ahora debe tranquilizarse, puesto que ahora han cambiado los titulares del poder. Reconocerá el desacuerdo entre el Gran Oriente y las logias escocesas. La lucha se entablará después de Varennes y el Gran Oriente sucumbirá momentáneamente, pero se tomará su desquite el 31 de mayo, para sucumbir de nuevo el 9 Thermidor, hasta el momento en que las logias, que se habían dispersado para la lucha y habían sido diezmadas, encontrarán bajo el Directorio un terreno de entendimiento y el Emperador les impondrá la paz material, sino la paz filosófica.
Los masones que no comprendieron, presionados entre dos juramentos contradictorios, tuvieron que emigrar, y los que se ocultaron, fueron encarcelados o condenados a muerte.
Las logias demostraron más actividad, junto al Gran Oriente, fueron: Amigos Reunidos, Reunión de Extranjeros, San Luis de Martinica, Hermanos Reunidos, Elección, Contrato Social, y Centro de Amigos. Esta última, constituida en la víspera de la reunión de los Estados Generales (25 de abril de 1789) funcionará durante toda la Revolución, incluso durante el Terror.
Esta organización constituía, como se ha podido apreciar, un verdadero comité de propaganda, poder irresponsable organizado al margen del Estado, en correspondencia con todas las ciudades del reino a los cuales se hacían llegar las publicaciones útiles a la secta, las indicaciones sobre los acontecimientos deseables o desaconsejables y sobre la interpretación que deberá dárseles para beneficio de la orden. La acción masónica siempre se caracteriza por los procedimientos utilizados, que son siempre los mismos y siempre exitosos: antes de actuar, los masones denuncian las conspiraciones de sus adversarios; una vez triunfantes, dictaminan sobre la conjura y se ensañan contra las víctimas aún después de muertas. Así sucedió en 1789.

Agreguemos: y así sigue sucediendo hasta 2008. Estas palabras tienen absoluta vigencia para nosotros los argentinos, puesto que los procedimientos masónicos jalonan toda la historia de nuestro país con la condena pública y oficial de réprobos, según la Francmasonería, y la fabricación de mitos en torno a los elegidos francmasones o hermanos tres puntos.

Los que apoderaron de la Bastilla masacraron a FLESSELLES, LAUNEY, BERTIER, FOULLON…, acusaron a sus víctimas de ser conspiradores; un comité de investigaciones los juzgó, y GARRAN DE COULON insultó al cadáver de BERTIER, asó como antes el gordo FRANÇOIS, lacayo del verdugo SANSON, abofeteó la cabeza cortada de CARLOTA CORDAY.
Con este instrumento, admirablemente manejado, se hizo el asalto a la monarquía francesa. Fue realmente una verdadera conspiración organizada con método, y cuyos medios y efectos no se limitaron a hacer triunfar una idea por cualquier medio lícito, sino que todo el aparato que las leyes humanas no pueden manejar, con la plena seguridad del anonimato y toda la fuerza de la colectividad.
Es posible que los resultados obtenidos con semejantes medios no hayan inquietado las conciencias de los miembros de la secta masónica porque ninguno de ellos cometió el acto directo y decisivo, y cada uno podía pensar que sólo le correspondía una parte ínfimamente pequeña de responsabilidad moral. Por eso mismo la historia no debe demorarse en perseguir a los masones individualmente, sino que debe dejar al descubierto el espíritu mismo de la Masonería, más poderoso que el individuo: espíritu hábil, implacable, feroz, e inasible, que elabora el mal por función y fatalmente.

Ese es el verdadero secreto de la Francmasonería.

LA ANARQUÍA

Dondequiera que haya fusiles y picas, allá se presentan las bandas. En la mañana del 14 se lanzan sobre los Inválidos. Una hora después refluyen sobre la BASTILLA.

El gobernador, DU LAUNAY, hubiera podido defenderse sin gran esfuerzo con su corta guarnición de suizos e inválidos; pero le impedía hacerlo su bagaje filosófico. Parlamenta, retira sus cañones, obstruye sus aspilleras, hace que un emisario de Ayuntamiento visite la vieja fortaleza, e invita a su mesa a dos delegados de los asaltantes.
Esta cortesía de hombre de mundo no impide que una masa enfurecida, reforzada por unos miles de curiosos, se amontone al pie de los muros disparado sin cesar e intentando dar fuego a una de las torres. Al fin, dos hombres, provistos de hachas, consiguen romper las cadenas del puente levadizo, que se abate con estrépito; invadido el primer patio, saqueados los primeros locales, apuntan los cuatro cañones a la segunda puerta, y entonces la guarnición se amedrenta; por instinto, dispara, pierde después la cabeza, y sintiéndose huérfana de mando, obliga a LAUNAY a capitular. Un subalterno, que mandaba a los guardias sediciosos, promete por su honor de soldado que no hará daño a nadie; a despecho de lo cual LAUNAY cae asesinado, y su cadáver va a parar un arroyo. Un pinche de cocina “que sabía trabajar la carne”, corta su cabeza, que pone sobre una pica, y seguido de una jauría salvaje, la pasea hasta la noche. Después matan al mayor, ayudante y a un teniente; a dos de los inválidos los ahorcan; a otro le cortan una mano. La multitud, ebria de sangre ya, va hacia el Ayuntamiento; el preboste de los mercaderes, FLASSELES, sale muy pálido a su encuentro, y apenas da tres pasos, cae también asesinado y no tardan en destrozar su cuerpo.
Entretanto, las turbas exploraban la Bastilla, donde se hallaron siete presos: cuatro falsificadores, un joven pervertido, encerrado a petición de su familia; y dos locos. Los falsificadores se pedir explicaciones. El discípulo del marqués DE SADE fue recibido con gran pompa por las sociedades, en las que pronunció discursos enternecedores sobre la tiranía y el despotismo. A los dos locos, aclamados al principio con el mismo entusiasmo, hubo que encerrados al día siguiente en Charenton.

La noticia de la insurrección llegó a Versalles por la noche. Conservaba la Asamblea bastante lucidez para darse cuenta de los horrores subsiguientes a la toma de la fortaleza, no sólo justificaban los temores del rey, sino que, además, proporcionaban a BRETEUIL mil razones excelentes para organizar una implacable represión, a la cual el Parlamento daría, con gusto, formas legales. Por ello, los jefes de la izquierda se esforzaron, sin demora, en transformar en actos heroicos los crímenes de que eran instigadores sus protegidos. La leyenda de la Bastilla nació cuatro horas después del suceso. El 15, los rentistas parisienses, que despertaron avergonzados e intranquilos por haber dejado libre campo a los asesinos, supieron que no había habido nunca tales asesinos, que el pueblo entero se había levantado en defensa de la Libertad, y que las muertes de LAUNAY y FLASSELLES eran sublimes manifestaciones de su justicia soberana.
Eran superfluas estas preocupaciones. El Rey reaccionó al saber la toma de la Bastilla del mismo modo que LAMBESE bajo los cascos de botella y los ladrillos: cedió en cuanto se quiso. Despedida de BRETEUIL, llamada de NECKER, retirada de las tropas, reconocimiento de la Municipalidad ilegal. Visita solemne al Ayuntamiento, arenga insolente del alcalde BAILLY, cambio de la escarapela blanca por la escarapela tricolor: nada los detuvo.
Para el Régimen, la toma de la Bastilla fue un golpe sensible: era la revelación de su flaqueza. Si hubiese conservado su carácter sedicioso, no hubiese significado más que una momentánea impotencia policíaca, sin que nada esencial quedase irremediablemente comprometido. Pero la exaltada por los folicularios, ensalzada por la Asamblea, aprobada por la corte y legitimada por LUIS XVI, se convertía en un signo de la abdicación regia, en una prueba de que la Monarquía renunciaba a sus principios peculiares. Imagínese la perturbación que produjo en los ánimos populares el súbito derrumbamiento de aquello que, desde hacía siglos, era la tierra el supremo recurso contra la maldad de los hombres y contra la hostilidad de las cosas. El Rey seguía siendo para la masa el padre a cuyo lado se encuentra protección y amparo. Hacia él se dirigían siempre las miradas; se apelaba a su bondad contra las exacciones, contra los ministros, contra los impuestos. ” ¡Ah, si el Rey lo supiese!”, había sido el grito de los pobres durante centenas de años. Y he aquí que el Rey se humilla, reconoce la soberanía del motín, la santidad de la insurrección; y al pueblo de Francia empieza a asediarle una angustia, un terror vago, que se insinúa en los corazones y oscurece los espíritus.

PIERRE GAXOTTE, “La Revolución Francesa”, tercera edición, Cultura Española, 1942, cap. V, La Anarquía, p. 98-100.


ORACIÓN POR LA PATRIA

OH, DIOS, SUSCITA EN NUESTRO PUEBLO UN ÁNIMO GENEROSO Y LÚCIDO, QUE NOS LEVANTE A TODOS DE LA ABYECCIÓN Y NOS COLOQUE EN EL CAMINO DE LA VERDADERA GRANDEZA. TE LO PEDIMOS POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR, QUE SIENDO DIOS, VIVE Y REINA CONTIGO, EN UNIDAD CON EL ESPÍRITU SANTO. AMÉN.